Empezamos a plantear un nuevo paso más. Fundamental para crear nuestro juego: la narrativa, la historia. Y este paso, no es cualquier paso. Me temo que es uno de los más importantes. Las historias son la parte fundamental para enganchar a los jugadores. Por ejemplo, si decidimos plantearlo como crear un mundo nuevo, esa premisa puede ser adecuada o no. Pero el modo de narrar esa opción sí puede hacerlo interesante a priori.
En una investigación, cuya meta era ver la estructura de los deseos del ser humano, el psicólogo estadounidense Steven Reiss encontró 16 deseos básicos, fuentes de motivación, es decir, lo que nos mueve a la hora de interpretar, elegir y actuar sobre nuestro entorno, por lo tanto, de querer jugar también. Y que no deberíamos obviar en ningún caso. Son los siguientes:
En una investigación, cuya meta era ver la estructura de los deseos del ser humano, el psicólogo estadounidense Steven Reiss encontró 16 deseos básicos, fuentes de motivación, es decir, lo que nos mueve a la hora de interpretar, elegir y actuar sobre nuestro entorno, por lo tanto, de querer jugar también. Y que no deberíamos obviar en ningún caso. Son los siguientes:
1- Aceptación: la necesidad de ser apreciado.
2- Curiosidad: la necesidad de aprender.
3- Alimento: la necesidad de comer.
4- Familia: la necesidad de tener y criar hijos e hijas.
5- Honor: la necesidad de ser leal a los valores
tradicionales de una colectividad.
6- Idealismo: la necesidad de justicia social.
7- Independencia: la necesidad de tener la individualidad
garantizada.
8- Orden: la necesidad de entornos estables y organizados.
9- Actividad física: la necesidad de practicar ejercicio.
10- Poder: la necesidad de tener una cierta capacidad de
influencia.
11- Amor romántico: la necesidad de sexo y belleza.
12- Ahorro: la necesidad de acumular.
13- Contacto social: la necesidad de tener relaciones con
otros.
14- Estatus: la necesidad de ser socialmente significativo.
15- Tranquilidad: la necesidad de sentirse seguro.
16- Venganza: la necesidad de devolver los golpes.
Por otro lado, tenemos que construir algo sólido y coherente, pero a la vez, atractivo y sugerente. Tenemos que partir del objetivo del juego y de los personajes creados, aunque la historia debe ser lo suficientemente interesante para no depender de ellos al 100%. Es decir, la historia tiene que ser tan buena, que, pese a los personajes que nos hemos inventado, los participantes quieran intentar jugar.
Vamos a escucharnos e incorporar vuestro bagaje como jugadores expertos o como novatos qué no sabéis de qué va esto de los juegos de rol. A ambos grupos hay que escucharlos para que la narrativa incorpore las dos circunstancias. Así que lo primero es separarnos en grupos: los "expertos", los "no iniciados". Y vamos a contestar a las mismas preguntas, pero por separado:
- Se pretende un juego colaborativo o individual.
- ¿Cómo debería ser el mundo en el que transcurre?
- ¿De qué época estamos hablando y por qué?
- ¿Qué misiones deberían resolver los personajes?
- ¿Qué final o finales deberían contemplarse?
- ¿Otras preguntas qué consideréis oportunas antes de empezar...?
Las conclusiones en las que coincidamos serán nuestro punto de partida para la narrativa. Al final de la sesión deberíamos tener esbozada dicha narrativa. Si somos capaces de escribirla al unísono, mejor.
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