Una vez que hemos elaborado entre todo el grupo el primer personaje, Stephen Hotwell, ahora se trata de dividir el grupo en pequeños equipos que harán los siguientes personajes. Ignorando lo que hacen los demás, pero sin olvidar el Objetivo del juego en ningún caso.
Seguiremos la misma ficha que creamos para el primer personaje. Y la clave es formar equipos compensados y creativos. Sin embargo, antes de empezar, me gustaría haceros un par de observaciones en forma de pregunta, que me he apuntado respecto al modo en que se llevó a cabo la creación de Stephen Hotwell.
La primera pregunta sería: el personaje que estáis diseñado, ¿os interesa como personaje? Es decir, ¿te gustaría jugar una partida con él? Si es un muermo para vosotros al crearlo, imaginad jugar con él si ya de por sí es aburrido o no tiene matices que lo hacen atractivo o empático. Creo que todos sabemos la respuesta, por eso, procura
desarrollar algo que os guste, algo que de verdad os mueva a hacer el esfuerzo
de interpretar y de disfrutar interpretando ese personaje. Creo que con Hotwell lo hemos conseguido y esa es la línea a seguir.
La segunda tiene que ver con los orígenes. Todos van a compartir, como vimos al definir el objetivo del juego, una realidad común. Pero, ¿no os parece que si el personaje tiene una historia sólida detrás es todo mucho más plausible? La historia puede ser rocambolesca o intrincada, simple y natural, pero siempre tiene que ser creíble y abierta para que dé juego a la hora de desarrollar el personaje durante el juego.
He dicho un par, pero termino con otra observación. Aunque la creatividad es un bien preciado, no hace falta ser absolutamente novedoso. Elegid bien entre vuestros referentes, combinar, cambiar, probar matices de uno y otros para hacer uno nuevo: el vuestro. Para ello, no os conforméis con cualquier cosa. Y una última clave: buscad las palabras precisas, los adjetivos exactos para describirlos. La suerte, en cualquier caso, sigue estando en los dados y sin trucos...
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